Pinky SD: El Bizarrap cumbiero

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En Argentina existe un fenómeno que mueve verdaderas masas y se hace fuerte en todo el interior del país, incluso en el exterior. No es el peronismo, no es el fútbol y mucho menos el automovilismo. Es la cumbia, en todas sus vertientes, villera, romántica, tradicional; y su máximo exponente se llama Juan Manuel Grossi, más conocido como Pinky SD. Desde su programa de streaming “Un poco de ruido”, el más visto del país, alcanza por transmisión entre 15 y 25 millones de reproducciones. Entre sus seguidores más famosos se encuentran los jugadores de la Selección argentina.

Contra todo pronóstico, desde hace un año, el músico y productor Pinky SD, también llamado Pinky Rec, armó junto a sus colegas DJ Pipo (Gonzalo Leonardo) y Damo (Damián Martínez) un programa de streaming donde poder sacarse el gusto de tocar junto a sus ídolos de la movida tropical. Lo llamaron “Un poco de ruido” y la idea basal era invitar a los máximos referentes de la cumbia para zapar en vivo, entre una charla amena, un vaso de Fernet y la promoción de cortesía de sus shows. La clave era pasar un momento descontracturado, donde el conductor tocara el teclado en vivo y el artista cantara a capela, como hacía Jey Mammon en sus programas cuando acompañaba con el piano a las estrellas pop.

Comienzos. Entre sus primeros invitados estuvieron Cachumba, Néstor en bloque y La Champions Liga, pero el boom real se produjo con el programa homenaje a Uriel Lozano, ex integrante del grupo Trinidad, que se viralizó y superó las 113 millones de vistas en apenas semanas, algo impensado para el streaming, sobre todo cuando se toma como referencia que la entrevista que le hizo Migue Granados a Lionel Messi para su programa de Olga no superó los 10 millones de reproducciones.

Claro que los números endulzan y generan dividendos en las arcas de sus conductores. Otra noche donde brillaron fue cuando los visitó Karina La Princesita, quien en el programa número 48 llegó a 72 mil espectadores en vivo, completando, hasta el momento, un total de 16 millones de reproducciones de aquella épica velada donde cantó sus temas emblemáticos “Corazón mentiroso” y “Con la misma moneda”.

Como hace Bizarrap en sus aleatorias y exitosas sesiones junto a artistas como Shakira, Residente o Nathy Peluso, Pinky SD realiza lo suyo en su austero estudio todos los miércoles de 21 a 23 en vivo, que puede verse por Twitch y YouTube. Si bien comenzó como un programa de entrevistas y canciones, hoy ya es un formato que traspasó la pantalla y se convirtió en un concepto que se presenta en importantes escenarios del interior del país, hizo gira por España y el 11 de diciembre aterriza en el escenario del Movistar Arena con su show “La gran zapada”, donde se presentan diferentes artistas. Las localidades se agotaron en tan solo cinco horas, por lo que se presume que agregarán muchas más fechas.

Camino del héroe. La historia de Juan Manuel Grossi es de película. Es que su ascenso en el mundo que tanto lo apasiona se dio después de muchos años de intrascendencia. Nacido el 6 de noviembre de 1989 y oriundo de General San Martín, partido de la provincia de Buenos Aires, donde vive actualmente, reconoce que cuando tenía 18 años deambuló por varias agrupaciones de cumbia pero con todas ellas no logró más que presentarse algunas tardes en “Pasión de Sábado”. Sin embargo nunca abandonó su entusiasmo y financiaba su pasión por el género tropical haciendo trabajos tradicionales. El mismo camino realizó su coequiper DJ Pipo, que también tiene su historia de redención, ya que hasta el año pasado trabajaba como despachante de aduana: “Fueron muchos años de trabajar de otra cosa, de poner plata nosotros. La verdad que pensamos que se nos había pasado el momento. Y estar viviendo esto ahora es muy emocionante”, reconoce.

Virtuoso tecladista, endiablado con sus dedos cuando toca el acordeón y productor musical, hoy Pinky SD prepara toda la semana las bases con la que el invitado cantará sus canciones. Según los conocedores del género “Pinky es un eximio músico que sabe qué tecla tocar para sonar con la misma impronta del artista al que acompañará en la zapada”. Su éxito reside en humanizar a sus ídolos, llevarlos a su terreno campechano pero, aún así, hacerlos sentir verdaderos ídolos de la movida. Sobre este análisis, en una entrevista con Clarín, Pinky explicaba: “Creo que la cumbia fue siempre una historia mal contada, y nuestra primera idea era darle valor al movimiento que amamos. Queríamos mostrar la cara del artista y contar sus historias en profundidad. Queríamos escuchar su música de la mejor manera posible, pero con el espíritu de una reunión de amigos”.

Desde su aparición en el mundo virtual, Pinky SD rompió con todos los algorítmos lógicos que manejan los CEOs de los canales de streaming. Porque las matemáticas en la World Wide Web no estarían funcionando. Con apenas un año de vida, su emisión “Un poco de ruido” multiplica por diez, veinte y hasta cien a los programas más vistos de los tanques de Olga, Luzu, Blender, Gelatina y Carajo, que a priori tienen más supcritores y seguidores. Por eso no se explica cómo la entrevista que Migue Granados le hizo a Messi luego de ganar el Mundial llegó a los 10 millones de vistas, y el unplugged de Karina La Princesita con Pinky SD en vivo alcanzó las 16 millones de reproducciones. Por su parte, el minishow de Dani Banda Uno logró inéditos 36 millones de views, y el del cantante Miguel Ángel asciende a 27 millones. Para tomar dimensión de estas cifras, hay que mencionar que el programa más visto de Luzu es con la cantante Cazzú (8,4 millones), el de Carajo es un informe sobre los bitcoins (1,8 millones) y el de Gelatina, una entrevista a Cristina Kirchner (940 mil). Una superioridad absoluta que, por el momento, los sponsors subestiman.

Paralelo a su streaming, Pinky hace su camino solista reversionando clásicos de la movida y de otros géneros. Su propia versión de “Muchachos”, acumula 5,8 millones de reproducciones en YouTube y en el videoclip se lo puede ver endiosando a los jugadores campeones en Qatar 2022 desde el mural de Diego Maradona ubicado en pleno barrio de Constitución.

Pinky SD es un claro ejemplo del inentendible algoritmo que manejan las redes sociales y sus inexplicables números. Lejos de los millones de seguidores que tienen las estrellas pop de Argentina, como María Becerra, Nicki Nicole y Duki, con sus escasos 400 mil seguidores en Instagram es el músico más escuchado de Argentina. Un fenómeno que tal vez encuentre explicación cuando suena su teclado y a su lado la voz a capela de Ángela Leiva, por citar solo un ejemplo.

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