Arabia Saudita ejecutó a 330 personas este año, la cifra más alta en décadas. Según informó el gobierno de dicho país, la pena de muerte estuvo dirigida a personas acusadas de homicidio, violación o narcotráfico.
Arabia Saudita está invirtiendo miles de millones para cambiar su imagen de estrictas restricciones religiosas y abusos de los derechos humanos, hacia la de un centro de turismo y entretenimiento, como parte del plan Visión 2030 lanzado por el príncipe heredero, también conocido como MbS.
La cifra más reciente de ejecuciones, compilada a partir de anuncios de ejecuciones por la ONG de derechos humanos Reprieve y verificada por Reuters, representa un notable aumento respecto a las 172 del año pasado y las 196 de 2022. Reprieve indicó que esta es la cifra más alta registrada hasta la fecha.
Por su parte, Arabia Saudita rechaza las acusaciones de abusos a los derechos humanos, asegurando que sus acciones están orientadas a proteger la seguridad nacional.
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Estas ejecuciones estaban principalmente relacionadas con los homicidios, las violaciones y el contrabando de drogas, en medio de un aumento del tráfico de anfetaminas procedentes de Siria, durante el régimen del derrocado Bashar al-Assad. El total incluye más de 100 extranjeros originarios de Oriente Medio, África y Asia.
Tras asumir el poder a través de un golpe de Estado en 2017, MbS enfrentó una fuerte condena internacional por su represión a la disidencia y por el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado del reino en Estambul en 2018.
Arabia Saudita ha sostenido que el asesinato de Khashoggi fue obra de un grupo rebelde, aunque MbS ha admitido que es el responsable final, ya que el crimen ocurrió bajo su supervisión.
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Los gobiernos occidentales en su mayoría rechazaron al reino después de la muerte de Khashoggi. El presidente estadounidense Joe Biden, durante su campaña electoral de 2020, afirmó que convertiría a Arabia Saudita en un «paria«, pero en 2022 viajó al país y se reunió con MbS.
Durante muchos años, Arabia Saudita llevó a cabo ejecuciones semanales mediante decapitaciones públicas con espada; hoy en día, esa misma plaza ha sido reemplazada por cafés y restaurantes, con casi ninguna referencia a su violento pasado.
En una entrevista con The Atlantic en 2022, MbS aseguró que Arabia Saudita había eliminado la pena de muerte, salvo en casos de asesinato, algo que según él no podría cambiar, ya que se castiga con la muerte de acuerdo con el Corán.