La Confederación General del Trabajo (CGT), tradicional bastión del sindicalismo kirchnerista, abandonó, luego de varios meses, su pasividad y lanzó un «plan de lucha» contra el Gobierno de Javier Milei.
Con la presencia de Hugo Moyano y otros referentes de la vieja guardia gremial, la central obrera no solo confirmó su respaldo a la «marcha de los jubilados» en el Congreso, sino que ya puso fecha para una nueva movilización: el 24 de marzo, en el marco del aniversario del golpe cívico-militar de 1976.
La reunión de la CGT contó con una asistencia casi total y una nutrida participación de dirigentes sindicales. Estuvieron presentes los cotitulares Héctor Daer (Sanidad), Octavio Argüello (Camioneros) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio), junto al secretario adjunto cegetista y anfitrión del encuentro, Andrés Rodríguez.
También participaron figuras clave como Hugo Moyano (Camioneros), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Abel Furlán (UOM), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Sergio Romero (UDA), Julio Piumato (Judiciales), Rodolfo Daer (Alimentación), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Alejandro Amor (Municipales Porteños), Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Jorge Sola (Seguros) y Omar Plaini (Canillitas), entre otros.
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La decisión, tomada en un encuentro en la sede de UPCN, confirma que la CGT apuesta a la confrontación directa con la administración libertaria. Durante más de tres horas de reunión, los sindicalistas criticaron las exitosas políticas económicas del presidente Milei, las cuales lograron bajar la inflación, reducir la pobreza y generaron crecimiento económico.
La primera muestra de esta nueva postura combativa se verá este miércoles, cuando distintos gremios, especialmente los del transporte, y los barrabravas, se sumen a la protesta de «los jubilados» frente al Congreso.
Sin embargo, el gran acto de resistencia llegará el 24 de marzo, una fecha que el kirchnerismo ha usado históricamente para confrontar con gobiernos no afines. Con la participación asegurada de la oposición política, la marcha servirá como una plataforma para instalar un discurso anti-Milei, en un intento para desestabilizar al Gobierno nacional.
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De hecho, uno de los puntos que más se discutió en la reunión sindical fue el «momento de vulnerabilidad» que, según los gremialistas, atraviesa el Gobierno de Milei, luego del caso $LIBRA, que tuvo un nulo impacto en la imagen presidencial.
A pesar de la dureza de las críticas, algunos sectores de la CGT intentarán aprovechar la presión para forzar una mesa de negociación con el Gobierno y obtener beneficios para sus líneas.