Desde los tiempos de Pipo Rossi, pasando por Mostaza Merlo y más acá en el tiempo con el Jefe Leonardo Astrada, el 5 de River siempre fue un símbolo de producción propia pero los años fueron cambiando el relato porque ya desde hace casi dos décadas que eso no sucede y River invierte millones y millones en ese puesto del campo.
Un dato es aleccionador entre Nicolás Fonseca, Rodrigo Villagra y ahora Kevin Castaño, en dos años se invirtieron casi 20 millones de dólares. Mientras que no pudieron hacer pie en primera chicos del club como Felipe Peña o Santiago Sosa, hoy jugando en Lanús y en Racing respectivamente.
Esto no es nuevo, ya le sucedió a Ramón Díaz cuando se volvió loco por el Negro Gómez multi campeón en Vélez en 1998 pagando 4,5 millones de dólares, en un pase carísimo para la época. La historia no terminó nada bien y el Negro apenas si jugó 50 partidos y nunca pudo ser el dueño del puesto, acabando su tiempo en River cedido cada año a préstamo y quedando libre 5 años después.
Después llegaron los tiempos del Lobo Ledesma y de Claudio Husaín y de algunos chicos del club que no pudieron hacerse del puesto como Oscar Ahumada o René Lima, o el caso de Javier Mascherano que entró en la moda de las transferencias con una veintena de años. De un modo u otro, el tema del volante central vuelve a estar en el tapete con la llegada de Castaño y con los casi 13 millones de dólares que se invirtieron
Gallardo también sufrió este problema cuando tuvo que encontrar alternativas al desgaste.
Tras la salida de Kranevitter en 2015, el último volante central surgido de inferiores que salió campeón en River, Gallardo encontró soluciones con Leonardo Ponzio que había sido descartado por Ramón Díaz y de golpe se fue convirtiendo en líder. Pero en ese tiempo buscó un recambio y falló. En 2016 Joaquín Arzura que llegó de Tigre como una promesa de 1,6 millones de dólares, ese año regresó por 1 millón Nico Domingo e Iván Rossi que arribó de Banfield por 3 millones de dólares.
Después se sumaría Zuculini por el que pagaron 3,2 millones de dólares al Hellas Verona y se puede anotar a Enzo Pérez que si bien llegó para jugar de volante derecho acabó siendo la gran figura del equipo como medio centro y que llegó en 2017 desde Valencia a cambio de unos 3 millones de dólares.
Luego en 2022 regresaría Kranevitter en condición de libre, 2023 se sumaría el mencionado Fonseca, en 2024 Villagra y en 2025 se suma a la lista Castaño. La cuenta da un dato muy claro, desde hace una década que cada año River suma un volante central en los mercados de pases.
LP