Educación. El nuevo RAM en Buenos Aires

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Reformas impuestas, ajuste y una comunidad educativa al borde del colapso

En la provincia de Buenos Aires arrancaron las clases en todos los niveles e instituciones educativas, en educación superior y secundaria atravesando la implementación del nuevo Régimen Académico Marco (RAM). Mientras se imponen cambios como la quinta hora en primaria, el nuevo RAM para secundaria y profesorados profundiza la crisis estructural de la educación pública. Estas reformas se dan sin una consulta real y sin construcción con la comunidad, condiciones laborales inhumanas y un sistema educativo que hace magia con las condiciones que tiene.

Una reforma irreal e impuesta

El nuevo Régimen Académico Marco (RAM) para secundaria y educación superior en la Provincia de Buenos Aires se implementó bajo la promesa de “modernizar” el sistema educativo. Sin embargo, a pesar de las jornadas con la comunidad y la promesa de incorporar todas las disidencias que se expresaron en ellas, el RAM se impuso sin incorporar las modificaciones propuestas. Las supuestas instancias de participación se redujeron a reuniones informativas, donde las demandas de docentes y estudiantes fueron sistemáticamente desoídas.

El nuevo régimen implementa una normativa descontextualizada: exige condiciones edilicias y tecnológicas que la mayoría de los profesorado -muchos sin edificio propio y con infraestructura precaria- no pueden cumplir. Además, el formato bimodal (presencialidad y virtualidad) se impone como una carga laboral adicional no reconocida económicamente para los docentes, en un contexto donde ni siquiera hay garantías de conectividad o equipos básicos en las instituciones. 

El RAM también homogeniza trayectorias académicas diversas. Carreras con dinámicas pedagógicas únicas, como las artísticas o aquellas vinculadas a la educación física, enfrentan estándares rígidos que ignoran sus particularidades. Pretender estandarizar lo que por naturaleza es heterogéneo que solo termina degradando la calidad educativa.

El nuevo RAM no está pensado para ampliar los recursos tener más personal no está pensado para mejorar la calidad educativa ni darle más oportunidades a los estudiantes sino en definitiva para ser aplicado con los mismos recursos los mismos docentes en menos tiempo y superponiendo tareas.

Sin presupuesto y con salarios de hambre

La reforma llega en un contexto de ajuste brutal. A nivel nacional, la eliminación del FONID (Fondo Nacional de Incentivo Docente) recortó hasta un 15% del salario docente, mientras que en la Provincia no se avanza en recomponerlo. Obligan a los docentes a dar clases en aulas con goteras, sin insumos y con salarios que no alcanzan para cubrir la canasta básica.

Los estudiantes tampoco escapan al colapso. Estudios recientes advierten que el 70% de los jóvenes bonaerenses podría abandonar sus estudios si no tuvieran que trabajar para subsistir. El RAM, con sus exigencias de asistencia y dedicación exclusiva, choca frontalmente con una realidad donde el transporte, el alquiler y la comida se convierten en obstáculos insalvables. 

En el marco de las reformas provinciales: ¿Más horas, menos derechos?

El RAM se inscribe en un paquete de medidas como la implementación de la quinta hora en primaria, presentada como una ampliación de derechos, pero cuestionada por su ejecución. No tiene sentido sumar horas de clase sin invertir en infraestructura, contratar más docentes o reparar escuelas revela una estrategia de maquillaje pedagógico. 

Mientras la Provincia publicita estas reformas como “avances”, calla que el presupuesto educativo 2024 recortó un 12% en términos reales. Datos oficiales omiten que el 40% de las escuelas secundarias bonaerenses tienen baños insalubres, se les caen los techos y carecen de conexión a internet, etc.  

Las dos caras del ajuste

Si bien el gobierno nacional, con el facho estafador de Javier Milei a la cabeza, lleva la delantera en el ajuste en curso y el desfinanciamiento educativo, la administración provincial también es parte del problema.

El gobernado se excusa en el recorte por parte del gobierno nacional, pero termina replicando el mismo ajuste. Siendo la provincia más rica, ¿Por qué no le saca a los más ricos de la provincia para invertir el presupuesto correspondiente? —como grandes propiedades o el campo— no hay voluntad política de hacerlo, solo excusas. Eso es lo que se necesita para financiar un sistema educativo en emergencia, de hacerlo permitiría triplicar los salarios docentes y aumentar el presupuesto que hoy es insuficiente.

Congreso Pedagógico

Ante la crisis, crece la necesidad de un Congreso Pedagógico que discuta las reformas con participación real de la comunidad educativa. No queremos más reformas verticalistas. Necesitamos políticas construidas desde las aulas, con presupuesto acorde a las urgencias, con asambleas en donde verdaderamente la comunidad pueda discutir y construir las reformas que se necesitan. 

Mientras tanto, el nuevo RAM se suma a la lista de parches que simulan avances en el marco de la crisis educativa: reformas sin recursos, derechos convertidos meramente en discursos y una educación pública que sobrevive a puro pulmón de la comunidad. Sin presupuesto, las reformas son solo un verso.

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