ROSARIO.- En la noche del domingo, el gobernador Maximiliano Pullaro se mostraba confiado luego del triunfo electoral. Muy cerca de él decían: “Sacamos 33 convencionales, nos faltan dos [para la mayoría], pero tenemos tres o cuatro con los que vamos a poder acordar”.
Con casi el 35 por ciento de los votos, Pullaro no consiguió la mayoría propia para impulsar los cambios que pretende para la nueva constitución santafesina, cuya versión vigente data de 1962, pero quedó a las puertas de esa mayoría. En su entorno se reservan quiénes son los “tres o cuatro” con los que aspiran a cerrar acuerdos.
En el tablero final para la reforma de las 69 bancas en juego, el oficialismo (Unidos por Santa Fe) se quedó con 33 (20 de distrito único, 13 de las 19 que se ponían en juego en cada departamento), a sólo dos de la mayoría propia. El peronista más votado, Juan Monteverde (Más para Santa Fe), obtuvo 12 (8 y 4, respectivamente), mientras que La Libertad Avanza dispondrá de 9 (7 de distrito único, 2 de victorias en departamentos, entre ellas Rosario). El Partido Somos Vida y Libertad, de Amalia Granata, obtuvo siete convencionales, y Activemos, de Marcelo Lewandowski, tendrá 4. Cierra la cuenta la sorpresiva Alejandra Oliveras, la boxeadora que comandará un bloque de tres convencionales.
“El temor era que Milei sacara 20 puntos y con eso había otra vez tres tercios en la provincia, algo peligroso para nosotros. Pero no lo lograron”, comentaron en el entorno del gobernador.
Está claro que la posibilidad de reelección por un período para el gobernador y vicegobernador es el artículo que despierta más críticas. “Es injusto que los diputados, los intendentes, los senadores, todos puedan reelegir, y el gobernador no”, dicen en el espacio oficialista.
Pullaro sostiene, en este como en otros artículos, la estrategia de conseguir “acuerdos puntuales”, según el tema que se trate, aunque el peronismo en sus distintas versiones y el sector que encabeza Granata ya anticiparon que se opondrán a que la reelección del gobernador pueda aplicarse en 2027 y Pullaro quede habilitado para quedarse otros cuatro años más en el poder. Desde el oficialismo recuerdan que la reforma constitucional nacional de 1994, acordada entre el PJ y la UCR, le permitió al entonces presidente Carlos Menem ir por su reelección, y conseguirla, al año siguiente.
La reforma
Durante la campaña, Pullaro se concentró en otros aspectos de la reforma, algunos de los cuales también son rechazados por la oposición, como darle rango constitucional al proyecto de ley de Ficha Limpia, ya vigente en la legislación santafesina. Allí, Pullaro desafía al peronismo, tomando en cuenta que es precisamente ese sector el que se opone, en el Senado nacional, a la aprobación de la norma, con el argumento de que se trata de una ley “contra Cristina Kirchner”, condenada en doble instancia por la Justicia.
Otro punto medular de la reforma tiene que ver con la limitación a sólo dos mandatos (una reelección) para concejales, intendentes, senadores y diputados provinciales, hoy sin límite para quedarse en sus puestos en la medida en la que son reelectos. “No creemos que nadie se oponga en este caso”, explican los impulsores de la reforma.
Otro de los artículos que Pullaro impulsará consiste en la eliminación de la inmunidad de proceso y una limitación en la inmunidad de arresto y de expresión de los legisladores. En lo local, se apunta a casos como el del senador provincial Armando Traferri, un hombre clave en la estructura del PJ santafesino que fue candidato a convencional por el departamento de San Lorenzo, con acusaciones en la Justicia vinculadas al juego ilegal y vínculos con el narcotráfico.
También se proponen cambios en el Poder Judicial. Además de subir el número de miembros de la Corte Suprema (de los seis actuales, a siete, para que sea un número impar) y establecer que los nuevos jueces sean propuestos por el Poder Ejecutivo, con acuerdo parlamentario y con límite en los 75 años, tal como prevé la legislación nacional. Y se crea el Consejo de la Magistratura santafesina, también en línea con la constitución nacional reformada en 1994.
La seguridad, caballito de batalla de Pullaro en la gestión y en la campaña, estará presente en la reforma a través de un artículo que incorpora la seguridad pública “como un derecho fundamental, estableciendo principios orientados a la prevención del delito, la reinserción social y el respeto a los derechos humanos”. Pullaro mismo advirtió que la ley no tendrá “un gramo de garantismo” y que se busca endurecer las condiciones de detención de los responsables de delitos graves (narcotráfico) “porque si cometen delitos dentro de las cárceles eso ya es responsabilidad del Estado”, según razonan en el gabinete de Pullaro.
La propuesta oficial también incluye una ampliación de los derechos reconocidos, como el derecho al agua, la protección ambiental contra el cambio climático y los derechos de consumidores y usuarios. Quedaron fuera de la discusión propuestas de la oposición como la eliminación del Senado provincial (fuertemente criticado por La Libertad Avanza). Otras quejas apuntaron a la “falta de discusión con los vecinos” de las normas a reformar, un conjunto que en principio no aceptaría cambios.
“Estamos pensando el futuro a 20, 30 años”, se entusiasmó Pullaro, que prevé el inicio de las discusiones para julio o agosto próximo, entre las elecciones del 29 de junio (cargos locales como concejales y algunas intendencias) y las legislativas nacionales, el 26 de octubre.