La disputa entre facciones del Cártel de Sinaloa, específicamente entre Los Chapitos y La Mayiza, ha desatado una serie de hechos violentos en el estado de Sinaloa desde el pasado 9 de septiembre, entre ellos destacan los recientes ataques a centros de rehabilitación en Mazatlán la semana pasada.
Hace unos días circuló en redes sociales un video en donde supuestos miembros de la facción de La Mayiza interrogan a dos presuntos sicarios que supuestamente habrían sido reclutados por Los Chapitos, facción comandada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
En el video, retomado por el medio Borderland Beat, miembros de La Mayiza interrogan a dos hombres que se identificaron como Jonathan Daniel Villa Silva, alias “Chino”, y Rafael Patrón Mancilla, alias “El Ranfle”. Ambos narraron cómo fueron sacados de centros de rehabilitación en Mazatlán para ser integrados a las filas de La Chapiza.
Villa Silva indicó que fue secuestrado del centro “Volviendo al Original”, situado en el barrio Villa Verde, junto a otras tres personas conocidas como “Robert”, “El Vallarta” y “El Edwin”. Por su parte, Patrón Mancilla declaró que fue llevado desde el centro “Pertenecer Mazatlán”, localizado en la colonia Urías, junto a al menos ocho individuos identificados como “Hilario”, “Garobo”, “Peque”, “El Escobe”, “El Topo”, “El Shorty” y “Jefi”.
Ambos hombres coincidieron en que los traslados se realizaron en camionetas blancas con varios ocupantes, entre los cuales se menciona a un individuo conocido como “El 70″. Patrón Mancilla describió a “El 70″ como una persona de piel clara, contextura regordeta y cabello largo.
En el relato, los cautivos indicaron que tras ser llevados de los centros de rehabilitación, fueron trasladados a varias localidades, incluidas El Verde, San Marcos y Guamúchil, donde señalaron que los obligaron a participar en enfrentamientos armados.
El video culmina con un mensaje dirigido a los familiares de los secuestrados, instándolos a denunciar a los responsables para lograr su rescate. En la grabación se identifica como responsable del secuestro a hombre señalado bajo el alias de “El 40″.
La semana pasada, dos ataques armados en centros de rehabilitación en Mazatlán dejaron 18 heridos y desataron una serie de investigaciones por parte de las autoridades de Sinaloa.
El primer incidente ocurrió la noche del jueves 19 de diciembre, cuando un grupo armado atacó un centro de rehabilitación en la colonia Jacarandas, al sur de la ciudad. Veinticuatro horas después, un inmueble deshabitado en el fraccionamiento El Toreo fue blanco de un ataque similar.
En el ataque a Jacarandas, los agresores dispararon contra el inmueble y posteriormente lo incendiaron, dejando 18 personas heridas. Según la Secretaría de Salud de Sinaloa, tres de las víctimas permanecen en estado crítico debido a quemaduras que afectan entre el 10 % y el 20 % de su cuerpo, mientras que otro de los heridos está intubado.
El inmueble, que operaba como centro de rehabilitación, está siendo investigado por su posible falta de regulación, informó hace unos días el secretario de Salud, Cuitláhuac González Galindo.
El segundo ataque tuvo lugar la noche del viernes 20 de diciembre, cerca de las 23:00 horas, en un edificio desocupado ubicado sobre la calle Curro Rivera en el fraccionamiento El Toreo. Vecinos reportaron detonaciones de armas de fuego y una explosión, lo que alertó a los cuerpos de emergencia. Al llegar, las autoridades encontraron un sillón incendiado en la parte frontal del inmueble, sin que hubiera personas en el lugar. Peritos de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa (FGE) detectaron impactos de bala en la fachada, restos de material inflamable y elementos que podrían pertenecer a un artefacto incendiario casero, como una bomba molotov.
El inmueble de El Toreo había funcionado previamente como un centro de rehabilitación, pero en la actualidad era utilizado como una bodega. Las autoridades investigan si ambos ataques están relacionados y los vinculan a posibles conflictos internos del Cártel de Sinaloa.
El reclutamiento forzado de personas en situación vulnerable, como adolescentes y pacientes de centros de rehabilitación, es una táctica recurrente en los conflictos entre cárteles. En este caso, La Chapiza parece haber intensificado esta práctica para reponer las bajas sufridas por los ataques de La Mayiza y sus aliados, según Borderland Beat.
Este fenómeno no es exclusivo de Sinaloa. De manera similar, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha sido señalado por usar ofertas de trabajo engañosas para atraer a jóvenes a sus filas.
Mientras la guerra interna por el control del Cártel de Sinaloa continúa, la población civil, especialmente los más vulnerables, enfrenta las consecuencias de una escalada de violencia que no solo deja víctimas directas, sino que también ha socavado la estabilidad social en la región.