El vicepresidente 1° de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), cardenal Ángel Rossi, criticó la política migratoria del presidente de Estados Unidos Donald Trump de expulsar a los migrantes indocumentados.
“Se dice a veces que la opulencia trae el olvido. Es olvidarse que la mayoría de los norteamericanos, un poco como nosotros también, somos hijos, nietos, bisnietos de indocumentados que llegaron hambreados por lo tanto somos hijos, nietos, bisnietos de lo que hoy ellos consideran migrantes criminales”, sostuvo el arzobispo de Córdoba.
“Por lo tanto no es tanto el problema de nacionalidades ¿no? Porque de la misma nacionalidad son muchos empresarios y hombres ricos que no son expulsados ni se les cierra las puertas”, agregó en declaraciones a Radio Mitre.
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Carta del Papa a Trump
“En la carta que el Papa le escribe a Trump le dice que desea que ´Estados Unidos sea tierra de oportunidades y de acogida´, y lo invita a construir una sociedad más justa, que sea un lugar no para el odio, no para la discriminación, no para la exclusión”, argumentó Rossi.
Y luego aseguró: “Casi parece que la leyó para hacer lo contrario”.
Cuando se le recordó que la expulsión de los migrantes indocumentados era apoyada por los extranjeros que residen legalmente en EE.UU., Rossi respondió: “Es una reacción egoísta de cuidar la propia quintita y muestra una veta fea de nuestro corazón. Nos olvidamos de dónde venimos”.
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«Es triste»
También se refirió a la homilía de la obispa protestante Mariann Edgar Budde, quien ayer le pidió “misericordia” a Trump con los migrantes y miembros de la comunidad LGBTQ
“Ayer una obispa episcopal decía cuántos de los que dejarán de ser ciudadanos, cuántos en los que hoy se van a convertir en migrantes criminales son quiénes les hacen el servicio doméstico, cosechan sus cultivos, limpian sus edificios, lavan los platos de sus restaurantes, cubren los turnos de noches de sus hospitales. Serán los indocumentados, pero no son criminales, pagan impuestos, son buenos vecinos, son fieles buenos de las iglesias o de las mezquitas, de las sinagogas”, citó Rossi.
“Es triste. Es triste que rumbiemos para ese lado, digamos así”, concluyó el arzobispo de Córdoba.